Ser
Radical, contrario a como se suele usar, no es ser extremista ni fundamentalista, pero tampoco y está muy lejos de ser amarillo o simplemente reformista. Ser Radical es ser humanista, creer en el ser humano, confiar en sus capacidades y comprender que es la razón con unas gotas de pasión la fuente inspiradora de sus actos, pero siendo conciente de sus alcances y limitaciones. Ser Radical es ser razonable, es creer en la fuerza de los argumentos y entender que las cosas no pasan porque si. Ser Radical es ser laico, es creer en sus ideales sin que estos sean dogmas y es esforzarse por liberarse de los prejuicios aunque esto sea una utopía. Ser Radical es confiar en el peso de las ideas desechando la violencia, pues un Radical cree en la fraternidad del ser humano, y para él quien piense igual o distinto, es primero y ante todo una persona, y que entre ellos debe existir respeto. Ser Radical es creer en la libertad de conciencia y expresión como inherente a la democracia y que la democracia es por mucho el más beneficioso de los sistemas políticos. Ser Radical es creer y promover la participación, es participar, es proponer cosas concretas, es trabajar, es luchar para que los cambios se produzcan de raíz y oponerse a las soluciones superfluas cuando estas se presentan como permanentes. Es creer que el futuro lo debemos construir entre todos, y que no llegaremos ni nos acercaremos a él siendo excluyentes. Ser Radical es creer en todo esto sin hacerlo un dogma, y siendo pese a todo y por sobre todo coherente.
Ser
Socialdemócrata es creer en el Estado como máxima institución social, responsable de asegurar la igualdad entre las personas. Es creer que el Estado debe tener un rol activo en la economía y que debe ser el motor de los cambios, pero también es reconocer la importancia de la iniciativa personal. Es creer en la libertad que sólo se da entre seres iguales, no en su sentido literal, sino que entre individuos con los mismos derechos, las mismas oportunidades de desarrollarse y las mismas posibilidades de utilizar su plena capacidad individual. Ser Socialdemócrata es creer que la libertad solo se da cuando existe igualdad, y que la igualdad sin libertad es tan mala como libertad sin igualdad. Es creer que ninguna se puede anteponer a la otra y es decidirse buscar las dos a la vez. Ser Socialdemócrata es saber que el actual sistema no es igualitario ni tampoco es, como a algunos les gustaría creer, favorable a la libertad. Es ser capaz de luchar contra el sistema y buscar vencerle con sus propias reglas como si no existiera mayor recompensa que ganar en un juego en el que te hacen trampa. Ser Socialdemócrata es creer en que el ser humano no es un ser mecánico, que como un engranaje se adapta a un régimen tan sólo al insertarse en él, por lo que reconoce y promueve la diversidad, la tolerancia y el respeto entre los individuos. Ser Socialdemócrata es creer en que los cambios más fructíferos, perpetuos y verdaderos son el resultado de procesos evolutivos y no de trastornos violentos.
Ser
Radical Socialdemócrata es entonces un estilo de vida, una actitud frente a los problemas y desafíos que se presentan, una manera de pensar, actuar y desenvolverse en la sociedad, es un modo de ver el mundo y comprender el papel de los personas en el Universo. Es saber que no se es dueño de la verdad absoluta, si es que llegase a existir. Es buscar el constante perfeccionamiento individual y social a través del análisis científico y el cristal de la razón. Porque ser RADICAL SOCIALDEMÓCRATA es más que el nombre de un partido político, y porque es más que principios y fundamentos de una doctrina entre muchas otras, ser RADICAL SOCIALDEMÓCRATA es y será siempre una expresión de libertad, igualdad y fraternidad.
